Cuando ingresas a un templo chino, un hogar chino u otros edificios puede ser que a los costados de la o las puertas te encuentren con el dibujo de un personaje: es el dios chino de la puerta y su misión es espantar a los malos espíritus y evitarles la entrada al recinto que custodia.
En general no se trata de una única figura sino de dos, el dios chino de la puerta viene en pares y una figura siempre mira a la otra del otro lado. Se considera de muy mala suerte colocarlas dándose la espalda así que ten cuidado si llegas a comprar estas láminas en tu viaje a China y decides colocarlas en tu propia casa. La tradición se remonta a la dinastía Tang, cuando su fundador quiso honrar a sus dos mejores generales.
Fuente: Absolut China
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