Con el fin de probar el módulo lunar y obtener información vital sobre el acoplamiento de la nave espacial después de echar por la borda la tercera etapa del cohete, era necesario que un miembro del equipo de Apolo saliera para tomar un "paseo espacial" e inspeccionar el vehículo lunar. Esta operación se realizó por primera vez en el Apolo 9 y el resplandor de la luna se puede ver claramente en la nave espacial. Esta operación se llevaría a cabo después de treinta horas en el espacio.
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